¿Por qué eres Mercedario?
Soy mercedario por el inmenso amor a Cristo Redentor y a nuestra santísima Madre de la Merced, consagrándome día a día en la oración y el apoyo al hermano que se encuentra inmerso en las nuevas formas de cautividad, siendo libre para liberar.
Mi ser mercedario tiene origen en la iniciativa gratuita de Dios. Por ello, mi vocación es la respuesta a este don particular y puedo desarrollarla gracias a la acción peculiar del Espíritu Santo para continuar con la labor de fe.
Ser mercedario implica estar al servicio de los cautivos de nuestro tiempo, vivir la libertad de los hijos de Dios en caridad, alegría y fraternidad; a ejemplo de nuestro padre san Pedro Nolasco y en compañía de nuestra santísima Madre de la Merced.
Me bautizaron, me confirmaron y estudié en el colegio y parroquia Nuestra Señora de la Merced – Mirones Bajo. Sentí el amor a nuestra Madre desde muy pequeño y no puedo separar mi pertenencia a la Iglesia, de mí ser mercedario.